12:22 hs. | SOCIEDAD
Cuentan vecinos y turistas de la ciudad balnearia de Costa del Este que la pasada quincena de enero sufrieron la visita de un osado fotógrafo amateur. Claro que lo más llamativo de este asunto es precisamente el tipo de fotografías que este sujeto gozaba tomar: nada más y nada menos que traseros femeninos.
"El Libidinoso", también conocido como "Su Majestad Pornográfica", recorría las playas con su pervertido y casi amenazante caminar, registrando a su paso todo lo que consideraba digno de ser archivado, sin discriminar raza, edad o nivel de inocencia.
Llevaba a cabo su modus operandis con total sigilo, ubicándose a unos pasos de la víctima, y desenfundando en el momento más oportunamente líbido su celular calibre 38, para inmortalizar un material, quizás prescindible para cualquiera, pero de colección para él.
Testigos y víctimas (en el 90% de los casos menores de edad) afirman que todo empieza cuando el mísmo Libidinoso pide que le "escuchen una cosa", puede tomarse a esa frase como el comienzo del fin.
